Es tu aniversario y te voy a alquilar
una limuosina que pueda llevarnos
ahí donde crecí.
Para que pueda observar tu mirada,
quédate cerca de aquella ventana,
no todos los días las cosas conspiran así.
A tu derecha extraños del mundo
parecen seguros de cuál es su rumbo
y no, no, no preguntes por qué.
Y cuando tú aprendas a usar las palabras
serás otro buzo perdido en la nada
y verás que ellos usan el ruido
para poderse esconder ... ¿de quién?
Pensé que un regalo con cierta elegancia
podría inundar tu futuro de magia,
y no, no, no preguntes por qué,
no, no, no preguntes por qué.